A el candidato a la Gobernación del Magdalena, Carlos Caicedo y el senador de la República, Gustavo Petro, los recibieron a huevos en el municipio de Ciénaga, cuando llevaban a cabo un acto político. 

El ataque se presentó segundo después de que el presentador del evento anunciara el ingreso de los aspirantes políticos. Cuando apenas habían mencionado el nombre de Blanca Fernández, candidata de este sector de la política para la Alcaldía de Ciénaga, se desató sobre la tarima una 'lluvia de huevos'.

De inmediato, varios agentes de Policía alzaron sus escudos para evitar que los huevos cayeran sobre los candidatos que estaban ya en el escenario.

En su cuenta de Twitter, Gustavo Petro dijo que no se trató “ni de batalla campal, ni de adolescentes espontáneos” y que supuestamente “la Policía ya nos había avisado previamente de la acción de saboteo”.

En todo caso, no es la primera vez que el candidato Carlos Caicedo se declara víctima de ataques a huevo realizados supuestamente por la oposición. En Ciénaga ya había sucedido en febrero de 2018, cuando aspiraba a la Presidencia de la República.

En esa ocasión, en un tono poco exagerado, dijo en declaraciones a los medios de comunicación que le lanzaron “artefactos”, término que pudo haberse confundido no con un saboteo sino incluso con un ataque de mayor gravedad.

Resulta difícil creer que este tipo de ataques sea premeditado por campañas opositoras, pues, en el caso de la aspiración a la Gobernación al Magdalena, Caicedo solamente es opositor un candidato fuerte, que es el exgobernador Luis Miguel Cotes, a quien seguramente le caerían los señalamientos. 

Dicho de otro modo, si la campaña opositora le organiza un ataque así, se estaría haciendo daño a sí misma.

Aunque tampoco puede descartarse que seguidores de campañas opositoras, de manera espontánea decidan hacer un acto de este tipo creyendo que están haciendo un beneficio a la campaña que representen, cuando en realidad le estarían haciendo daño, pues quien sale mayor beneficiado con un ataque de huevos es la misma ‘víctima’ que los recibe, ya que las cámaras de los medios les apuntan para visibilizarlos ante la opinión pública. Más aún cuando quien lo acompaña es un senador con semejante impacto nacional.